Adolfo Aviles-Medina

Adolfo Avilés-Medina We celebrate the life of Honorable Adolfo Avilés-Medina, age 91, our beloved father, husband, grandfather, uncle, and friend who passed away on January 28, 2021. He was born on January 3, 1930 in Barceloneta, Puerto Rico (PR) son of deceased parents Petronila Medina-Vega and Eladio Avilés-Aulet. He is survived by his lovely wife Hilda Reyes de Avilés of 65 years of marriage, his daughter Dr. Nilka Avilés-Reyes, Celia Saenz, his son Adolfo Avilés-Reyes, wife Evelyn Avilés-Pacheco, grandson Adolfo Avilés III, wife Alyssa Avilés, grandson Adolfo Andrés Avilés and girlfriend Noy Inthisone. He is also survived by his sister Amparo Avilés, many brothers and sisters in laws, nieces, nephews, cousins, colleagues, and many friends. Adolfo served in the U.S. Army from 1951-1953 and was station in Germany during the Korean War. He was a graduate of the University of Puerto Rico and worked as a servant leader in the educational field for 30 years and in politics for over 25 years. He taught English, History, and Science to middle and high school students in Barceloneta, Florida, Arecibo, and Guaynabo, PR. Later he was the principal of primary and secondary schools in Hormigueros and Guaynabo, PR. During the last years of his career, he worked in the Puerto Rico Department of Education as General Supervisor and as the Director of the School-Community Relations Program. He held the positions of Municipal Council and City Council Manager over that body for more than 20 years. He was appointed Vice-Mayor of the Municipality of Guaynabo for three years. In 1996 he moved to San Antonio, Texas to reunite with his immediate family. He was very passionate about his work in advocacy and public policy on behalf of parents, students, and the community, especially the most marginalized. His charisma and his great sense of humor are attributes that distinguished him. He was very active in La Gloria de Dios church as an elder where his son is a pastor. All who knew him witnessed his love for the land, for planting and harvesting. We will be missed dearly, but the memories and love we share will always remain in our hearts. We will meet with "Papi" one day when the Lord calls us to his house.
Adolfo Avilés-Medina Celebramos la vida del Honorable Adolfo Avilés-Medina, 91 años, nuestro querido padre, esposo, abuelo, tío y amigo que falleció el 28 de enero de 2021. Nació el 3 de enero de 1930 en Barceloneta, Puerto Rico (PR) hijo de padres fallecidos Petronila Medina-Vega y Eladio Avilés-Aulet. Le sobreviven su encantadora esposa Hilda Reyes de Avilés de 65 años de matrimonio, su hija Dra. Nilka Avilés-Reyes, Celia Saenz, su hijo Adolfo Avilés Jr., esposa Evelyn Avilés-Pacheco, nieto Adolfo Avilés III, esposa Alyssa Avilés, nieto Adolfo Andrés Avilés y novia Noy Inthisone. También le sobrevive su hermana Amparo Avilés, cuñados (as), sobrinos (as), colégas y muchos amigos. Adolfo sirvió en el ejército de los Estados Unidos de 1951 a 1953 y estuvo en Alemania durante la Guerra de Corea. Se graduó de la Universidad de Puerto Rico y se desempeñó como líder en el campo educativo durante 30 años y en política durante más de 25 años. Enseñó inglés, historia y ciencias a estudiantes de secundaria en Barceloneta, Florida, Arecibo y Guaynabo, PR. Posteriormente fue director de escuelas primarias y secundarias en Hormigueros y Guaynabo, PR. Durante los últimos años de su carrera, trabajó en el Departamento de Educación de Puerto Rico como Supervisor General y Director del Programa de Relaciones Entre la Escuela y la Comunidad. Ocupó los cargos de Asambleísta Municipal y presidió dicho cuerpo por más de 20 años. Luego ocupó el puesto de Vice-Alcalde del Municipio de Guaynabo, por tres años. En 1996 se mudó a San Antonio, Texas para reunirse con su familia inmediata. Le apasionaba mucho su trabajo en abogacía y política pública a favor de los padres, estudiantes y la comunidad, especialmente los más marginados. Su carisma y su gran sentido del humor son atributos que le distinguían. Estuvo muy activo en la iglesia La Gloria de Dios como anciano donde su hijo es pastor. Todos los que lo conocieron fueron testigos del amor que tenía por la tierra, en particular, por la siembra y la cosecha. Lo extrañaremos mucho, pero los recuerdos y el amor que compartimos siempre permanecerán en nuestros corazones. Nos reuniremos con “Papi” un día cuando el Señor nos llame a su casa.